A partir de 1980, los cambios políticos, sociales y administrativos, condujeron a la paulatina desaparición del Servicio de Extensión Agraria en Cataluña; oportunidad que fue aprovechada para el establecimiento de grupos de asesoramiento, ajenos a la administración pública, unos adscritos a casas comerciales o a grandes empresas, y otros formados por profesionales en ejercicio libre. Esta situación, considerada satisfactoria por la administración y otros estamentos sociales y económicos, se está cuestionando por algunos profesionales y agricultores. Por lo cual se planteó la hipótesis de que las explotaciones de vacas de leche están necesitadas de un modelo de extensión, que les ayuden a detectar y a solucionar problemas por si mismas. A través de un muestreo estratificado de 57 explotaciones, se realizó un estudio descriptivo del manejo del sistema productivo, y del estado de conocimientos de los titulares de las mismas. Dentro del estudio descriptivo se incidió en la valoración nutritiva de las raciones alimenticias, y en los aspectos destacados del racionamiento – tipo de ración, modo de distribución, espacio por vaca en el comedero, confort, distribución de los bebederos, etc. – . El tratamiento estadístico de los datos, realizado mediante el paquete estadístico SAS (2002), requirió la transformación previa, en variables cualitativas y cuantitativas, de la información recogida, tanto de la descripción como de la encuesta de conocimientos. En el plano teórico, y mediante la revisión bibliográfica, se evidencia la necesidad del modelo de extensión, en general, ante los cambios de orientación exigidos por la sociedad a la agricultura. Asimismo, se hace patente la idoneidad del modelo de extensión para el resto de la sociedad. De los resultados del análisis realizado, se destaca que en el 70% de las explotaciones no se realiza ningún tipo de análisis sobre los resultados económicos, y, sólo, el 26% de los titulares conocen, de manera aproximada, el coste de un litro de leche. En la mayoría de las explotaciones, el titular ha perdido el control del factor alimentación; las raciones, suministradas para el conjunto de vacas en lactación, se formulan para valores altos de producción, con independencia de la producción real. En general, son deficitarias en energía en relación con la potencialidad exigida al contenido proteico; en las explotaciones de mayor cuota, se formula en contenido PDIN para una producción superior en 14 litros a la media por vaca en lactación y día. El titular de explotaciones pequeñas y medianas, el único estimulo que recibe, de la administración pública, es el de ampliar o de dejar la actividad. Mientras, el ganadero de las explotaciones mayores, se ve presionado a delegar el control de los factores de producción en los servicios técnicos privados. El modelo de extensión, se hace necesario, para dotar a los ganaderos de un nivel de formación que les permita tomar decisiones, como empresarios, sin delegar el control de la explotación.